- El proyecto está ya en marcha en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid
- Los menores cuentan con un profesor dos días a la semana
La Fundación Seve Ballesteros y la Fundación Aladina han instalado un espacio dedicado al golf en un centro hospitalario para niños y adolescentes enfermos de cáncer. Es un proyecto que acoge el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y que busca apoyar la estancia de los menores que luchan contra esta enfermedad en el hospital.
El espacio se ha creado sobre cinco terrazas situadas en la tercera planta, junto al área de Oncohematología Pediátrica, del Hospital Materno Infantil del centro. Todos los lunes y martes por la mañana, un profesor de golf de la Fundación Seve Ballesteros ofrece clases a los menores con la ayuda de los voluntarios de Aladina. Los menores ingresados pueden disfrutar así de clases de golf y de unos momentos de actividad lúdica al aire libre.
El golf cuenta con espacios de césped artificial diferenciados para mini golf, juego corto, juego largo, campo de juegos y zona de ocio y descanso. Los niños disponen de un gran kit de materiales, diseñado para el aprendizaje de todas las edades además de para crear entornos seguros.
«Mis hermanos Javier, Carmen y yo estamos encantados con este proyecto que se ha realizado de la mano de la Fundación Aladina», asegura Miguel Ballesteros, hijo del golfista cántabro. «Para nosotros es muy ilusionante que el golf y sus valores formen parte de la recuperación de niños que luchan por superar el cáncer. El programa de golf de la fundación tiene como principal objetivo atraer a los niños de forma lúdica para que puedan beneficiarse de su práctica física y emocionalmente”, añade.
Este es el segundo espacio dedicado al golf que promueve la Fundación Seve Ballesteros en un centro hospitalario después del creado en el Hospital Marqués de Valdecilla , pero es el primero pensado específicamente para niños oncológicos.
Para llevarlo a cabo, la Fundación Seve Ballesteros firmó un convenio de colaboración con la Fundación Aladina, que ya ha acometido diferentes proyectos en el Hospital Gregorio Marañón. Además, se ha contado con el respaldo de Mercedes-Benz España, empresa que colabora con el circuito solidario de golf ‘El Desafío’. Con este proyecto, el espíritu de Seve sigue hoy más vivo que nunca gracias a la labor de su fundación, que honra la vida y la trayectoria del golfista, preserva su legado, apoya avances en la investigación oncológica y promociona el golf y sus valores entre niños y jóvenes.
«Gracias a la generosidad de la familia Ballesteros ahora los niños enfermos del Hospital Gregorio Marañón podrán apasionarse con el golf en una actividad lúdica. La terraza de un hospital se ha transformado en un magnífico campo de golf», asegura Paco Arango, presidente de la Fundación Aladina.
Jesús Rodríguez, responsable del programa de golf de la Fundación Seve Ballesteros, explica que el proceso para seleccionar los espacios y montar el campo de golf ha llevado más de un año pero que el emplazamiento, las cinco terrazas del Hospital Gregorio Marañón, «son perfectas» para la actividad.
«En este segundo proyecto, la Fundación Seve Ballesteros ha creado un protocolo de aprendizaje para ayudar a los pacientes a aprender a jugar al golf de manera divertida. Estamos muy ilusionados con este nuevo proyecto en Madrid y esperamos poder compartir nuestro tiempo con los pacientes y sus familias, durante sus visitas o estancias en el Hospital Gregorio Marañón», añade Jesús Rodríguez.
Aladina en el Gregorio Marañón
La Fundación Aladina trabaja desde hace años con el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. La entidad que preside Paco Arango cuenta con una psicooncóloga en el centro, que ofrece asistencia profesional y gratuita a los niños y adolescentes enfermos de cáncer tratados allí, a sus padres o hermanos.
Además, Aladina ha decorado y equipado la nueva Unidad de Adolescentes abierta por el centro. La fundación aportó mobiliario nuevo, ordenadores, consolas, juegos, futbolín, diana y televisión, además de sofás cama para los acompañantes en todas las habitaciones.
La ONG también ofrece terapia con perros para niños oncológicos, en colaboración con ‘Perros Azules’. Gracias a este proyecto, los pequeños ingresados mejoran sus habilidades de comunicación y su estado físico y psíquico.