Seve

Pensar que quien se forjó siendo caddy del Golf de Pedreña se convertiría en el campeón que iba a llegar a lo más alto del golf mundial, continúa siendo una historia apasionante, memorable, inolvidable y una constante inspiración.

Seve, hijo de Baldomero Ballesteros y Carmen Sota, nació el 9 de abril de 1957 en Pedreña, una pequeña villa ubicada al Sur de la Bahía de Santander, que probablemente sea el rincón de Europa Continental con mayor tradición de golf. Con talento y cualidades innatas, y sobre todo, con esfuerzo y determinación, Seve, con un hierro 3 que le regaló su hermano Manolo, fue inventando una amplia gama de golpes consiguiendo enorme versatilidad en su juego.

Seve ballesteros de niño
Seve Ballesteros con sus padres

A los diez años participó en su primer torneo de caddies e hizo 51 golpes en nueve hoyos del Real Golf de Pedreña. Al año siguiente, terminó segundo con 42 golpes. Con tan sólo 12 años, jugando 18 hoyos, ganó el torneo con 79 siendo su progresión imparable. A los 13 años ya hacía vueltas de 65 golpes aprendiendo todo lo que veía. Sin posibilidad de practicar en el Golf de Pedreña, la mayoría de las veces jugaba en la playa o salía al campo en noches de luna llena.

Se hizo profesional el 22 de marzo de 1974 con 16 años. Su historial incluye 93 victorias, entre ellas cinco Grandes, The Open Championship 1979, 1984 y 1988, y The Masters Tournament 1980 y 1983, cinco Mundiales Match-Play, dos Copas del Mundo y nueve participaciones en la Ryder Cup. En 1974 finalizó vigésimo en su primer torneo profesional, el Campeonato de España en San Cugat, llevándose un gran disgusto ya que su objetivo era ganar. Al poco tiempo logró el primer título en el Campeonato de España Sub-25 en Pedreña. Durante sus primeros años compitiendo en el extranjero contó con la inestimable ayuda de su amigo el doctor César Campuzano.

Seve Ballesteros de niño jugando al golf
1976 fue el año de su consagración, no tanto por ganar la Orden de Mérito, con triunfos en el Open de Holanda y el Trofeo Lancôme remontando 4 golpes a Arnold Palmer a falta de 9 hoyos, además de la Copa del Mundo en California junto a Manuel Piñero, como por el segundo puesto en el Open Championship de Royal Birkdale compartiendo honores con Jack Nicklaus, por detrás de Johnny Miller. Seve acaparó titulares de medio mundo al liderar el torneo durante tres jornadas a base de golpes geniales, como el chip que rodó entre bunkers dejando la bola a poco más de un metro para birdie en el 18. Desde entonces, su forma de jugar con valentía e imaginación ante situaciones complicadas, congregaron multitudes. En 1977 encabezó de nuevo la Orden de Mérito y en el 78 sus triunfos en USA, Kenia y Japón le convirtieron en un auténtico icono internacional. Se impuso en seis torneos consecutivamente, disputados en cuatro continentes, una hazaña inalcanzable para muchos. A los 20 años ya había ganado en los cinco continentes.

Puso toda su energía, entusiasmo, pasión, poder físico y mental en cada golpe que daba. Su llegada significó la aparición del género más original y singular de este deporte. Todos lo conocían, lograba atraer y emocionar al público cada vez que competía. Nadie fue capaz de transmitir tanta energía y ofrecer un espectáculo tan vital como el suyo, el cual permanecería intacto en la memoria de muchos, después de más de treinta años.

Conquistó cinco Grandes. Ganó su primer Open Championship en 1979: fue el campeón más joven del siglo. Sorprendió de nuevo en el Masters Tournament de 1980 con 10 golpes de ventaja a falta de 9 hoyos, firmando 23 birdies y un eagle; con 23 años, era el primer europeo que se enfundaba la preciada chaqueta verde. En 1983 repetiría triunfo en Augusta con un inicio espectacular en la última vuelta: birdie, eagle, par, birdie. The Open Championship se disputó en 1984 en St. Andrews, cuna del golf, donde Seve se impuso protagonizando una de las imágenes más difundidas de este deporte al meter el putt con el que lograba el birdie y la victoria. Su tercer Open Championship y quinto Grande llegaría en 1988 en Royal Lytham & St. Annes.

Seve Ballesteros de joven

Tomó parte en nueve ediciones de la Ryder Cup, ocho como jugador y una siendo capitán, sumando cuatro victorias para el equipo europeo. Si a nivel individual marcó un estilo propio, fue en la Ryder Cup, la competición de la que más disfrutaba, en la que mayor huella dejó llegando a alterar el rumbo de su historia. En 1979 Seve y Antonio Garrido fueron los primeros jugadores continentales admitidos en el equipo que, a partir de entonces, representó a toda Europa.


En 1983 los estadounidenses vencían por un solo punto jugando en casa y en el 85 Europa se imponía tras 28 años de sequía. Fue en el 87, en Muirfield Village, cuando el equipo visitante derrotó a los estadounidenses en propia casa demostrando no tenerles miedo. El capitán, Tony Jacklin, puso a Seve junto a José María Olazábal formando la mejor pareja de la historia. Europa retuvo el trofeo en la siguiente edición, que terminó en empate, perdiendo dos sucesivas en 1991 y 93. En 1995 Seve jugaba su última Ryder Cup en Oak Hill anotando un nuevo triunfo para Europa y en el 1997 por fin vio un sueño cumplido: su competición favorita salía por primera vez de las Islas Británicas disputándose en España, en Valderrama (Cádiz), donde ejerció de capitán del equipo victorioso.

Seve con sus hijso cuando eran pequeños

A lo largo de su vida recibió múltiples reconocimientos junto con las máximas condecoraciones: Medalla de Oro al Mérito Deportivo en España 1980, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 1989, Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo 1993, Orden Olímpica 1998, Hijo Predilecto de Cantabria 1999, Hall of Fame 1999, Doctor Honoris Causa por la Universidad de St. Andrews 2000, Deportista Español del Siglo 2000, Embajador Honorario de la Marca España 2004, Personalidad deportiva del año de la BBC 2009.

El 5 de octubre de 2008 le diagnosticaron un tumor cerebral. El 7 de mayo de 2011 Seve fallecía en su casa, en su Pedreña natal.

Seve siempre decía que uno de los momentos más emocionantes de su vida fue cuando Javier, su hijo mayor, le hizo de caddie durante el  Open Championship en 2006. Sus tres hijos, Javier, Miguel y Carmen cuidan de su legado y memoria.

Seve

Pensar que quien se forjó siendo caddy del Golf de Pedreña se convertiría en el campeón que iba a llegar a lo más alto del golf mundial, continúa siendo una historia apasionante, memorable, inolvidable y una constante inspiración.

Seve, hijo de Baldomero Ballesteros y Carmen Sota, nació el 9 de abril de 1957 en Pedreña, una pequeña villa ubicada al Sur de la Bahía de Santander, que probablemente sea el rincón de Europa Continental con mayor tradición de golf. Con talento y cualidades innatas, y sobre todo, con esfuerzo y determinación, Seve, con un hierro 3 que le regaló su hermano Manolo, fue inventando una amplia gama de golpes consiguiendo enorme versatilidad en su juego.

Seve ballesteros de niño
Seve Ballesteros con sus padres

A los diez años participó en su primer torneo de caddies e hizo 51 golpes en nueve hoyos del Real Golf de Pedreña. Al año siguiente, terminó segundo con 42 golpes. Con tan sólo 12 años, jugando 18 hoyos, ganó el torneo con 79 siendo su progresión imparable. A los 13 años ya hacía vueltas de 65 golpes aprendiendo todo lo que veía. Sin posibilidad de practicar en el Golf de Pedreña, la mayoría de las veces jugaba en la playa o salía al campo en noches de luna llena.

Se hizo profesional el 22 de marzo de 1974 con 16 años. Su historial incluye 93 victorias, entre ellas cinco Grandes, The Open Championship 1979, 1984 y 1988, y The Masters Tournament 1980 y 1983, cinco Mundiales Match-Play, dos Copas del Mundo y nueve participaciones en la Ryder Cup. En 1974 finalizó vigésimo en su primer torneo profesional, el Campeonato de España en San Cugat, llevándose un gran disgusto ya que su objetivo era ganar. Al poco tiempo logró el primer título en el Campeonato de España Sub-25 en Pedreña. Durante sus primeros años compitiendo en el extranjero contó con la inestimable ayuda de su amigo el doctor César Campuzano.

Seve Ballesteros de niño jugando al golf
1976 fue el año de su consagración, no tanto por ganar la Orden de Mérito, con triunfos en el Open de Holanda y el Trofeo Lancôme remontando 4 golpes a Arnold Palmer a falta de 9 hoyos, además de la Copa del Mundo en California junto a Manuel Piñero, como por el segundo puesto en el Open Championship de Royal Birkdale compartiendo honores con Jack Nicklaus, por detrás de Johnny Miller. Seve acaparó titulares de medio mundo al liderar el torneo durante tres jornadas a base de golpes geniales, como el chip que rodó entre bunkers dejando la bola a poco más de un metro para birdie en el 18. Desde entonces, su forma de jugar con valentía e imaginación ante situaciones complicadas, congregaron multitudes. En 1977 encabezó de nuevo la Orden de Mérito y en el 78 sus triunfos en USA, Kenia y Japón le convirtieron en un auténtico icono internacional. Se impuso en seis torneos consecutivamente, disputados en cuatro continentes, una hazaña inalcanzable para muchos. A los 20 años ya había ganado en los cinco continentes.

Puso toda su energía, entusiasmo, pasión, poder físico y mental en cada golpe que daba. Su llegada significó la aparición del género más original y singular de este deporte. Todos lo conocían, lograba atraer y emocionar al público cada vez que competía. Nadie fue capaz de transmitir tanta energía y ofrecer un espectáculo tan vital como el suyo, el cual permanecería intacto en la memoria de muchos, después de más de treinta años.

Conquistó cinco Grandes. Ganó su primer Open Championship en 1979: fue el campeón más joven del siglo. Sorprendió de nuevo en el Masters Tournament de 1980 con 10 golpes de ventaja a falta de 9 hoyos, firmando 23 birdies y un eagle; con 23 años, era el primer europeo que se enfundaba la preciada chaqueta verde. En 1983 repetiría triunfo en Augusta con un inicio espectacular en la última vuelta: birdie, eagle, par, birdie. The Open Championship se disputó en 1984 en St. Andrews, cuna del golf, donde Seve se impuso protagonizando una de las imágenes más difundidas de este deporte al meter el putt con el que lograba el birdie y la victoria. Su tercer Open Championship y quinto Grande llegaría en 1988 en Royal Lytham & St. Annes.

Seve Ballesteros de joven

Tomó parte en nueve ediciones de la Ryder Cup, ocho como jugador y una siendo capitán, sumando cuatro victorias para el equipo europeo. Si a nivel individual marcó un estilo propio, fue en la Ryder Cup, la competición de la que más disfrutaba, en la que mayor huella dejó llegando a alterar el rumbo de su historia. En 1979 Seve y Antonio Garrido fueron los primeros jugadores continentales admitidos en el equipo que, a partir de entonces, representó a toda Europa.


En 1983 los estadounidenses vencían por un solo punto jugando en casa y en el 85 Europa se imponía tras 28 años de sequía. Fue en el 87, en Muirfield Village, cuando el equipo visitante derrotó a los estadounidenses en propia casa demostrando no tenerles miedo. El capitán, Tony Jacklin, puso a Seve junto a José María Olazábal formando la mejor pareja de la historia. Europa retuvo el trofeo en la siguiente edición, que terminó en empate, perdiendo dos sucesivas en 1991 y 93. En 1995 Seve jugaba su última Ryder Cup en Oak Hill anotando un nuevo triunfo para Europa y en el 1997 por fin vio un sueño cumplido: su competición favorita salía por primera vez de las Islas Británicas disputándose en España, en Valderrama (Cádiz), donde ejerció de capitán del equipo victorioso.

Seve con sus hijso cuando eran pequeños

A lo largo de su vida recibió múltiples reconocimientos junto con las máximas condecoraciones: Medalla de Oro al Mérito Deportivo en España 1980, Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 1989, Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo 1993, Orden Olímpica 1998, Hijo Predilecto de Cantabria 1999, Hall of Fame 1999, Doctor Honoris Causa por la Universidad de St. Andrews 2000, Deportista Español del Siglo 2000, Embajador Honorario de la Marca España 2004, Personalidad deportiva del año de la BBC 2009.

El 5 de octubre de 2008 le diagnosticaron un tumor cerebral. El 7 de mayo de 2011 Seve fallecía en su casa, en su Pedreña natal.

Seve siempre decía que uno de los momentos más emocionantes de su vida fue cuando Javier, su hijo mayor, le hizo de caddie durante el  Open Championship en 2006. Sus tres hijos, Javier, Miguel y Carmen cuidan de su legado y memoria.